[de la vestimenta]
Un tejedor pidió: "Háblanos de la vestimenta".Y él respondió:"Vuestras ropas ocultan mucho de vuestra belleza, mas no
esconden lo que no es bello.Y aunque busquéis en las prendas de vestir la libertad de lo
personal, quizá halléis en ellas un arnés y una cadena.Ojalá fuerais al encuentro del sol con algo más de vuestra
piel y algo menos de vustras ropas.Porque el aliento de la vida palpita en la luz del sol, y la
mano de la vida en el viento.Algunos decís:"Es el viento del norte el que ha tejido las
ropas que llevamos".Mas yo os digo: Sí, fue el viento del norte.Pero lo tejió en el telar de la vergüenza, y la debilidad de
carácter fueron sus hijos.Y cuando su trabajo estuvo terminado, se echó a reír en medio
del bosque.No olvidéis que el pudor no es ninguna coraza contra los ojos
del impuro.Y cuando el impuro ya no exista, ¿qué será el pudor sino
cadenas e impureza de la mente?Y no olvidéis que la tierra goza al sentir vustros pies
desnudos, y que el viento anhela jugar con vuestros cabellos".
El profeta
(Gibrán Jalil Gibrán)